Este cuento ha pasado de generación en generación en mi familia y fue
ganador a nivel estatal cuando cursaba la primaria …
Contaba mi bisabuelita que un día una viejita muy risueña guardaba un
baúl, en el se encontraban sus más grandes tesoros que había adquirido durante
su juventud y como el dinero, el amor y la fama no se pueden esconder pues
obviamente era un rumor a voces lo del cofre del tesoro. Su nieta la visitaba
todos los días (mas no era caperucita roja) ella vivía al lado en la misma
calle.
Siempre que llegaba su nietecita a visitarla la abuelita cantaba, lalarala…
y le platicaba que ella era una gran cantante,
se ponía sus joyas, abrazaba sus vestidos y le decía ¡Hay hijita, me hubieras visto en
mis tiempos de fama! Pasaban horas platicando.
Un día la abuelita llego a su casa, ya muy cansada y cuando fue a su
cuarto estaban dos hombres de aspecto malvado
Ladrones: Mira viejita no debiste de haber entrado, ya no podemos dejarte
ir…
Viejita: Pero ¿Por qué? Miren si ustedes me dejan ir yo prometo no decir
nada.
Ladrón: ¡No! y ahorita ve diciendo tus últimas palabras porque esta ya
no la cuentas, sí gritas para pedir ayuda te vamos a amarrar y te llevamos
donde nadie te encuentre y después…
Ladrón 2: No espérate sí disparamos van a venir los vecinos y la policía
y en eso no habíamos quedado, solo veníamos por el tesoro.
Ladrón 1: Pues ni modo ya estamos aquí abuelita y tú ya no la cuentas,
te vamos a tener que mandar con los angelitos para que no hables.
Viejita: (Con un nudo en la garganta)… Entonces como yo ya me voy a
morir es de condenados a muerte pedir la última voluntad.
Ladrones: ¿Cuál es? ¡Pero apúrate!
Viejita: Sólo que me dejen disfrutar de los tesoros de mi baúl y que
mientras recuerdo no me interrumpan, solo pido que me dejen terminar y nada
más.
Ladrones: Esta bien, pero ¡Ya!
Viejita: (Abre el baúl y saca sus fotos de cuando era joven, sus joyas y sus vestidos ya viejitos)
Ladrones: ¿Qué? ¿Solo por eso? ¡No
es tan grande el tesoro! Y esos vestidos y fotos ¿qué? … Ni modo ¡Ya nos viste
y ya no te podemos dejar ir!
Viejita: Mi última voluntad es que no me interrumpan y me dejen recordar
sin interrupciones
Ladrones: Bueno ¡Empieza ya! ¡Pero acuérdate que si pides ayuda o gritas
para que sepan que estamos aquí más rápido que inmediatamente te vamos a tener
que desaparecer!
Viejita: No, solo voy a recordar mi juventud… Hay aquellos tiempos cuando yo(Gritando)
¡LUCIAAAAAA! ¡LUCIAAAAAAA! ¡LUCIAAAAAA! (bajita la voz) eran para
elogiarme cantando ante tanto público, porque fui una cantante tan famosa…
(gritando) ¡Yoo Lucíaaaaa, Lucíaaaaa! (moderada su voz) mis joyas mas
finas y (Gritando) ¡Aquí Lucíaaaaa! mis vestidos más hermosos para mi
esposo y cuando no estaba arreglada y él quería entrar a la casa yo le decía (Gritando)
¡NO ENTRES! ¡Hay sí, cuando yo LUCÍAAA!...
La nieta se dio cuenta que su abuelita le llamaba, le preocupo porque
nunca gritaba, entonces pidió ayuda a los vecinos y a los policías que
vigilaban los alrededores y sin que los maleantes se dieran cuenta entraron a
la casa sigilosamente sorprendiendo a los ladrones quienes estaban confiados
porque tenían las cortinas cerradas y sabían que la viejita vivía sola y no se
esperaban que los descubrieran.
Fue así como su nieta pudo salvarla y la abuelita muy agradecida tuvo
una historia interesante que recordar con su querida nieta “LUCÍA”.
Espero que les guste el cuento y me regalen un comentario
Lily
Lily
pero que astuta abuelita!!! :) suerte!
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